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Talleres de creación literaria

  • cristofagia
  • 29 nov 2015
  • 3 Min. de lectura

El primer taller en el que participé fue el que impartía H. Pascal (1997); el segundo fue el de la AMCyF (1998); el tercero uno que impartió Alberto Chimal (2008), este último no comenzó como un taller de creación literaria, fue más bien de literatura de terror, pero algunos integrantes manifestamos el deseo de someter a crítica nuestras propias historias.


En ese entonces, Chimal accedió amablemente a darme una entrevista, misma que puede leerse aquí.


El diseño del siguiente anuncio (del taller de la AMCyF) lo realizó Ángel Zúñiga.

Constancia del taller de Chimal.

Lo primerito que tuve que aprender fue ¡ortografía! "¿Por qué no usas acentos?", me preguntaba H. Pascal y, efectivamente, nunca acentuaba las palabras. Martré me corrigió una historia titulada "¡Ya nada nos detiene!" La corrigió con tinta roja, lo cual hace más evidentes mis "horrores" ortográficos. Aún conservo el texto corregido. El mismo Martré me dijo que aprendiera a escribir correctamente. Esto lo recuerdo no sin cierto sonrojo.

Pero son buenos recuerdos...


Sobre el taller de la AMCyF, Luis Flores Agular escribió:


En 1998 conocí el taller de Ciencia Ficción de la AMCYF (Asociación Mexicana de Ciencia Ficción y Fantasía) Impartido en las instalaciones de la escuela de escritores de la SOGEM. Sus miembros mas emblemáticos: Francisco Espinoza, Amariel y Jorge Sánchez Quintero; quienes eran coordinados por Héctor Chavarría (perdón, pero en lo personal no puedo considerar a Héctor como maestro, difícilmente recuerdo algún consejo útil de su parte, y cuando me he cruzado con él ya no me recuerda) Después se integrarían Martin Fragoso y Ángel Zúñiga, además asistían Kaleeb y Gustavo los cuales nunca escribieron, y algún otro miembro ocasional del cual he olvidado su nombre. ¿Por qué hablo de los miembros del taller y no de maestros? Porque Héctor nos abandono pronto, Gonzalo Marte durante un breve tiempo nos coordino y dejamos de buscar maestros después de la mala experiencia que nos dejo Jorge Cubria. Durante dos o tres años fuimos un taller autogestivo, independiente y combativo, en el cual analizamos y criticamos objetiva y perspicazmente nuestros trabajos. Entonces empecé a conocer a la comunidad de escritores de Ciencia Ficción Mexicana con sus virtudes y defectos. Durante algunos meses tuve la fortuna de tomar el curso de literatura de géneros que impartía Pepe Rojo. No diré que fue un taller, pues la teoría siempre fue mayor que la practica, ni se estableció una fuerte relación maestro-alumno, pero la experiencia fue abrumadora: cambio mis concepciones acerca de lo que la literatura fantástica es; me brindo elementos y recursos que aún hoy no he llegado a utilizar totalmente.


El texto completo puede leerse aquí.


De los talleres de H. Pascal y de la AMCyF supe gracias a los anuncios que se publicaron en el fanzine Nahual! que editaba Andrés Tonini. El taller de Chimal se llevó a cabo en la Biblioteca José Vasconcelos (la que está cerca del metro Hidalgo, no confundir con la de Buenavista).


Por último, diré que una de mis frustraciones es no haber publicado en el fanzine Nahual!, aunque sí lo intenté. En alguna ocasión le entregué a Tonini algunos textos míos, eso sí, reconozco que eran no sólo malos sino pésimos. Tal vez por eso nunca aparecieron en ese fanzine, espero que Tonini no los recuerde y que rápidamente los haya arrojado a la basura.


 
 
 

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MARTÍN FRAGOSO

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